martes, 9 de octubre de 2018

Tenshin Go So

"El hombre debe ponerse a la altura del Universo en cuestión de armonía, cualquier otra especie lo está desde el principio”

Más allá de las técnicas, por encima de victoria o derrota está la armonía. Sin embargo, estamos faltos de ella, al igual que de concentración, pues la mente se mantiene dispersa a lo largo de toda una vida, entre lamentos, desconciertos, teorías, complicaciones, problemas y remedios que resultan ser los peores problemas. En lo que concierne a las artes marciales, la falta de armonía elimina su esencia y también el arte.

La armonía es un estado de no enfrentamiento (psicológico) que sin embargo nos evita la derrota. El Universo siente, el hombre siente. El Universo se mueve, el hombre se mueve. Por eso debemos movernos, hacer… en armonía con lo que nos rodea. Pero es la verborrea mental, que no cesa, la causa principal de desarmonía. Las palabras ocupan el mayor espacio en la mente, pero las palabras mienten y por eso podemos abrirnos a una realidad superior a la de las palabras: el sonido puro. Es un instante de no decir nada, de no pensar en nada y de entregarse a fondo.




Describiré un poco la práctica del Tenshin Go So, en la cual se utiliza la palabra en forma de sonido primigenio. Seguramente recordaremos aquellos primeros días en el parvulario aprendiendo lo esencial: el "a, e, i, o, u". Pues bien, eso es lo que vamos a hacer, regresar al parvulario. Al de la concentración y la armonía.

Se trata de entonar las vocales A, E, I, O, empezando y acabando en AUM. Es una práctica especial, cuyos sonidos se recogen en el ancestral Kotodama, que significa "palabras sagradas". Sin embargo, lo sagrado no está en un orden metafísico, sino en el instante de fusión con los elementos naturales; eso precisa de la existencia de un mundo interior de sensaciones vivas.

Por otra parte, antes de continuar, veamos el significado de las vocales en el contexto espiritual. A representa lo invisible del Cosmos. E lo creativo, I los fenómenos de la vida y O el final del movimiento que da paso al siguiente. OM o AUM representa el Universo infinito. Al mismo tiempo las vocales representan a los cinco elementos.

De la misma forma se necesita concentración, pues vocalizar, ejecutar movimientos y repetirlos mecánicamente no sirve de nada. Así que manos a la obra...

La condición es mantenerse relajados, escogiendo un lugar apropiado... al aire libre, dependiendo del lugar en que uno se encuentre. Si tienes la ocasión de subirte a un cerro, o al pico de una montaña, aprovechando una excursión, mejor que mejor. El estómago debería estar vacío, asimismo. 

Por lo demás, únicamente hay que pronunciar las vocales, procurando que el aire inspirado emerja de la parte baja del abdomen (por debajo del ombligo), por lo cual la respiración ha de ser abdominal. La pronunciación va acompañada de los movimientos que describiré a continuación.











Partimos de una posición erguida con los pies juntos, mirando al frente. Las manos se enlazan, igualmente al frente, de manera que la izquierda nos quede por encima de la derecha, con los pulgares recogidos. Se comienza entonando "Ummmmmmmm... Fig. 1

A continuación se separan las piernas (se desplaza el pie derecho hacia la derecha), adoptando una postura del doble de anchura de los hombros, aproximadamente, y con los pies mirando hacia fuera. 

Al mismo tiempo, el tronco y la cabeza se inclinan hacia atrás, mirando al cielo. Los brazos se separan hacia los lados y las palmas de las manos miran también al cielo. Fig. 2

Vocaliza el sonido: "Aaaaaaaaa...", de forma que su cadencia se alargue hasta el final del movimiento siguiente. La postura y la mirada se mantienen igual, pero los brazos ascienden trazando un círculo de fuera a adentro. Fig. 3

Aquí finaliza la primera vocalización. Acto seguido, el tronco se endereza, y se hacen descender los brazos, de manera que el círculo trazado es ahora de dentro a fuera. Se vocaliza: "Eeeeeeeee...". Fig. 4

Acto seguido, los brazos regresan al frente, formando con las manos un triángulo, juntando los índices y los pulgares. Fig. 5











Manteniendo la misma posición en las manos, se asciende frontalmente, de manera que el triángulo apunte al cielo volviendo a inclinar el tronco hacia atrás, y mirando al cielo. Se vocaliza: "Iiiiiiiii...". Fig. 6

Después se traza un círculo, de dentro a fuera, que desciende para luego ascender de frente con las manos juntas, por encima de la cabeza, como sosteniendo algo en ellas. Se vocaliza. "Ooooooooo...". Fig. 7 y 8

Se recoge la pierna y se juntan los pies, retornando a la postura inicial, entonando "Aummmmmmmm...". Fig. 9

Nota: las manos han de permanecer abiertas, con los dedos separados, excepto en los pasos 1 y 9, en los cuales se mantienen abiertas, pero los dedos juntos. Por último se repite el proceso entre tres y cinco veces.

En resumen, que uno grita al Universo y este le devuelve el eco, lo que supone mantener una relación sin igual. Sin embargo, la vía de comunicación es el interior; se da el caso de que el ser humano ha llegado a desconectarse de su interior, sustituyéndolo por otro externo, construido y contaminado. ¿A quién escucha uno? A sus voces compulsivas, a las de los demás, en un vivir de trivialidad y repetición.

Ver el video para apreciar mejor los detalles:

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