Meditación Zen: zazen

"Todo el mundo necesita dar sentido a su vida, y para ello ha de ser el dueño de ella"

El estado en que solemos encontrarnos es de dispersión mental y desorientación, lo que conlleva una carga que contiene emociones de ira, afectación, debilidad, miedo... esos vaivenes emocionales que se crean en la imaginación.

En la práctica aprendemos a profundizar la respiración y acceder a unos niveles superiores de concentración para progresar en la dirección adecuada, espiritual y globalmente, porque con la concentración estaremos espiritualizando la vida en su totalidad, colmada de serenidad y satisfacción, percepción y unidad.

La práctica de la atención, percepción, consciencia y respiración, supone una conmoción interior, un seísmo emocional que te conducirá a una transformación y a una consciencia intuitiva. Una experiencia cumbre.

No resulta fácil vivir con simplicidad, naturalidad, sutileza, libertad y sosiego, pero pueden llegar a ser las constantes de nuestra vida, pues en nosotros está la vida y el Universo; y nos movemos dentro de ambos sin comienzo ni final.

Si queremos hacernos cargo de nuestras vidas tenemos que hacernos cargo de nuestros pensamientos, de la atención que ponemos en las cosas y de la imaginación. La actitud con respecto a estas cosas reportará beneficios que son los de vivir en calma y con alegría.

Temas relacionados, libro: "La dieta de los 3 budas"

Ver artículo: mushin: vacío, respiración, concentración, meditación

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