domingo, 27 de diciembre de 2015

¿Por qué soy un hombre libre?

No me identifico con nada, no soy nada, no soy nadie, pero soy todo. No juzgo, observo, sobre todo no juzgo mi situación de vida, actúo sobre ella. No tengo miedo, no tomo en serio lo que pienso ni lo que piensan los demás. No creo en la vejez ni en la muerte, ni seré jamás un muerto ¿viviente? Me comporto como el agua, no me enfrento a nada, nada puede atentar contra mí.

Mi soberanía es interior, no exterior.
Una virtud: mi sed de conocimiento.
El mayor prodigio: el autoconocimiento.
El gran milagro: la experiencia de que todo, todo, es pura ilusión.
La magia: reírme de todo lo que parece serio.
Mi poder: el vacío de donde surgen las formas.
Mi genialidad: la naturalidad.



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